En esta ocasión vamos a hablar de un monumento, muy célebre en la ciudad de Barcelona, pero que en la actualidad genera amores y odios, ya que en él está representado uno de los personajes más polémicos de la historia. Para unas personas un navegante que cambió el devenir de la humanidad y para otros el responsable directo del asesinato de las poblaciones americanas. Estamos hablando de Cristobal Colón y su papel en el descubrimiento de América.
Este monumento es un conjunto escultórico construido a propósito de la Exposición Universal de 1888, y que rinde homenaje a esta figura.
Una aclaración antes de empezar…
Pero antes de empezar, tenemos que hacer una pequeña aclaración, y es que no vamos a hablar de quién fue el escultor, ni por qué se empezó este proyecto, es decir, no vamos a entrar en estos detalles técnicos. Aunque, del monumento en sí, vamos a utilizar a 4 figuras que están representadas en la parte inferior. Cuatro personas que estuvieron vinculadas directamente con Cristobal Colón y el descubrimiento de América, y que nos van a servir de hilo conductor para abordar la vida y obra del navegante.
Pero, y esta es una segunda aclaración, tampoco vamos a hablar de todo el proceso de descubrimiento, conquista y colonización del continente americano, ya que Colón no tuvo ningún contacto con los aztecas, con los incas, él ni siquiera sabía que todo eso era un continente.
Vamos a analizar exclusivamente el mundo que Colón alcanzó a conocer. Cómo la caída de una capital oriental desencadenó en la navegación de los océanos. Por qué Colón pensaba que había llegado a una isla mítica llena de oro. Vamos a ver en qué momento Colón confunde las costas venezolanas con el paraíso terrenal. Y, al final de su vida, por qué es expulsado de las nuevas tierras para volver encadenado a la península.
Pero bueno, en fin, vamos a ver si podemos dar alguna luz en torno a todo este debate. A ver si al final del articulo logramos establecer si Colón era un héroe o un villano.
(Nuestro libro recomendado «La trama Colón: Las claves de la verdadera historia del Gran Almirante y el descubrimiento del Nuevo Mundo», ver en Amazon)
Un poco de contexto sobre Cristobal Colón y el descubrimiento de América
Alrededor del Descubrimiento de América existe una tendencia que ve este acontecimiento como un azar del destino. Se cree, que la gente estaba totalmente convencida de que la tierra era plana y si llegaban a navegar hasta cierto punto se iban caer por un precipicio. Eso, si antes no eran devorados por las bestias salvajes que circundan el mar. Por esta razón, nunca nadie se atrevió a explorar los confines del mundo.
Pues esto no fue así. Si estudiamos el desarrollo del siglo XV, vemos que la llegada de Cristóbal Colón en 1492, fue la mejor manera de concluir un siglo caracterizado por la exploración de los océanos. Puede ser que hoy en día parezca un hecho aislado, un golpe de suerte, pero si nos remontamos en la historia, el siglo XV es justamente el inicio de la Era de los Descubrimientos.
En ese momento, Europa se encontraba en un periodo de notable crecimiento demográfico y comercial. Tras el mejoramiento de las condiciones de vida y el aumento del poder adquisitivo, se amplió la demanda de bienes de lujo como la seda, perlas, perfumes, etc. En este nuevo contexto, el comercio y la exploración de nuevas tierras jugaron un papel fundamental.
Uno de los artículos que más se estaba comercializando eran las famosas especias: pimienta, canela, clavo, nuez moscada. Y no sólo para condimentar la comida, que también, sino, para mantener algunos alimentos conservados. En esta época, evidentemente, no habían refrigeradores/neveras, por esto las especias eran de suma importancia.
La mayoría de estos productos provenían de Oriente. De hecho había toda una ruta de comercio establecida, que transportaba los productos desde Asia hasta Constantinopla, la capital oriental del mundo cristiano.
Esta ciudad era clave. Estaba justo en medio entre Asia y Europa, por lo que la mayoría de productos llegaban a esta ciudad, y, luego, eran distribuidos a Europa a través del Mediterráneo. Para que se hagan una idea, podemos pensar en Constantinopla como el Amazon de la época. Cualquier cosa que necesitabas, especies, perfumes, marfil de elefante, lo tenías en esta ciudad. La vida del XV estaba siendo maravillosa. ¿Qué podía salir mal?
En 1453 cae Constantinopla. La ciudad va a ser depuesta por el Imperio Turco Otomano, generando una desarticulación en todo este sistema que se habían montado. A partir de esta fecha, si se quería comerciar con Oriente, tenías que pagar un precio más elevado por los productos, una especie de tributo a los turcos. ¿Y qué creen que va a ser más fácil? ¿Pagarle un poco más de dinero a Mehmed II o navegar sin rumbo por los océanos hasta encontrar una nueva ruta a Oriente? Mmm? A la gente no le gusta pagar impuestos.
En fin. En este punto de la historia es cuando aparece nuestro polémico personaje, Cristoforo Colombo. Colón era un mercader, un navegante, un cartógrafo, pero sobre todo era un señor con el don de la ubicuidad.
Si uno lee las biografías encuentra que Colón era Catalán, Gallego y Castellano, nació prácticamente en todas las provincias españolas. Aunque también nació en Portugal y en Génova. Parece que esta última fue, efectivamente, su ciudad natal. No vamos a entrar en esta discusión, porque lo importante es que Colón estaba totalmente convencido de que conocía una ruta para llegar a Oriente. Ya saben, una nueva ruta.
Sabemos que en un comienzo el proyecto fue presentado al Rey Juan II de Portugal, ya que, en esta época, eran los portugueses los que más avanzados estaban en el tema. Y es que esto se va a convertir en una especie de carrera espacial.
Estaban entre todos compitiendo para ver quién llegaba primero a las Indias. Y, pensándolo así, Portugal era la URS, ya que realizó verdaderos avances por el mar Atlántico y rodeando África. De hecho, alcanzan a encontrar una ruta, lo que pasa es que era larguísima. Era ridícula. Y al final va a terminar ganando EEUU, o sea, España.
Pero volvamos a Colón. La propuesta la presenta en Inglaterra, Francia, Portugal y todo el mundo la rechaza. Incluso, en un primer momento, fue rechazada también por los Reyes Católicos, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón.
Lo que pasó fue que las Coronas tenían una junta de sabios y todos estaban de acuerdo que los cálculos de Colón eran erróneos. Desde la época de Ptolomeo, 13 siglos atrás, se sabía que la tierra era redonda, evidentemente se podía llegar a las tierras asiáticas navegando en dirección occidental. El problema es que el globo terrestre era mucho más grande de lo que decía Colón. Por cuestión de tiempo y costo, este viaje era imposible. Mejor dicho, para resumir, Colón usted está loco, esto no es viable, adiós.
¿Qué es lo que cambia entonces? ¿Por qué Colón se gana finalmente los apoyos? Pues todo esto va a cambiar en 1492.
En la actualidad este año nos remite automáticamente a la llegada de Colón. Pero, para sus contemporáneos, representaba ANTE TODO la fecha en que se culmina con la larga guerra de Reconquista. Cuando se expulsa de la península el último reducto musulmán que quedaba en el Reino nazarí de Granada. Es a raíz de este suceso que la propuesta de Colón se vuelve irrechazable. Primero, España necesitaba continuar con la expansión territorial, seguir con todo este empuje, y segundo, tenía que darle el pulso a Portugal, que estaba amenazando su supremacía marítima.
Luis de Santángel, el financiador económico de Cristobal Colón y el descubrimiento de América
El único problema que quedaba, a esta altura de los eventos, era la cuestión de la financiación económica. De hecho sobre este tema, hay una leyenda muy difundida que dice que Isabel empeñó todas sus joyas para poder financiar la campaña de Colón.
Esta historia es falsa. Se sabe con toda certeza de que el dinero que se utilizó fue proporcionado, en buena parte, por Luis de Santángel, nuestro primer personaje representado en el Monumento de Colón. Luis de Santángel era un caballero valenciano, que provenía de una familia judía conversa, pero que trabajó como consejero y escribano de los Reyes Católicos.
En el monumento encontramos a Santángel vestido de manera muy elegante, era un hombre de negocios, por lo tanto lleva un cofre y una bolsa de dinero. Este personaje nos recuerda cómo detrás de esta expedición había ante todo, un interés principalmente mercantil y privado. De un tiempo para acá se habla de un “encuentro entre culturas”, que suena muy bonito, pero la verdad es que detrás de todo esto había una empresa económica.
Después de tocar muchas puertas y esperar casi 7 años, Colón recibe la financiación y es recompensado con las Capitulaciones de Santa Fe, documento que lo nombraba, entre otras cosas, virrey y gobernador de las tierras que descubriera.
Al final, el 12 de octubre de 1492, día en que Colón desembarca en el continente americano, va a ser el día en que se van a activar todos los engranajes de este anhelado proyecto.
Atravesando el Mar de la Tinieblas
Cristóbal Colón parte del puerto de Palos de la Frontera (Huelva). Después de navegar por 71 días, llega finalmente a Guanahini, una isla que hace parte del archipiélago de las Antillas en las Bahamas. Posteriormente Colón recorre otras islas, llegando a Cuba, y a la Española (actualmente dividida entre la República Dominicana y Haití). En esta última isla sufre el naufragio de una de sus embarcaciones, por lo que termina construyendo el Fuerte de La Navidad, primer poblado español en América.
A partir de estas primeras exploraciones Colón va a quedar totalmente convencido de que había alcanzado su objetivo, había llegado a Oriente, y que, entre otras cosas, se encontraba ubicado en la mítica ciudad de Cipango (en la actualidad sería Japón). Una región en la que, según los relatos fantásticos de otro viajero, Marco Polo, habían palacios cubiertos de oro y una riqueza deslumbrante que sus habitantes no se molestaban en explotar.
Y ojo, que este tema de Cipango puede parecer un detalle menor. Pero es fundamental si tenemos en cuenta que Cristóbal Colón era una persona del siglo XV, es decir, tenía unas creencias muy ajustadas al imaginario colectivo de la baja Edad Media. De hecho, ya desde la antigüedad, la gente pensaba que las tierras desconocidas estaban pobladas por seres fantásticos que disfrutaban de una geografía exuberante y que estaban llenos de riquezas.
Colón era un hombre de su época, por lo tanto, esperaba encontrarse con todo eso. De hecho, si uno lee sus Crónicas, es muy interesante ver como Colón no está muy atento de lo que está viendo, si no que parece estar haciendo equivalencias, entre lo que había leído, sobre Oriente, y lo que se estaba, de hecho, encontrando.
El mejor ejemplo de esto es en un momento que Colón entra a la desembocadura de un río y dice ver a 3 sirenas saliendo del agua. Que cada una tenía una especie de cara humana pero que no eran tan hermosas como se mostraba en las pinturas. Las sirenas.
(Nuestro libro recomendado: «Los cuatro viajes. Testamento», ver en Amazon)
Por lo tanto, Colón creía que estaba en Cipango, entonces, encontrar estos caudales de oro era únicamente cuestión de tiempo. A partir de aquí Colón deja en el Fuerte de Navidad a 39 hombres, armados y provisionados, y regresa a la península para informar a los Reyes de sus descubrimientos.
Para esta reunión, Colón se prepara una especie de caravana con animales exóticos, frutas, se trae incluso un grupo de indígenas de las islas. Todo esto para impresionar a los Reyes. Pero, el tema en el que Colón va a ser más enfático, es en la cantidad enorme de oro que había encontrado.
Y ojo, que en estas islas efectivamente había oro, pero no las inmensas cantidades que Colón estaba contando. Lo que pasa es que él se tenía que “ganar” nuevamente el apoyo y la financiación para el siguiente viaje. Y si ha esto, le sumas la escasez monetaria que estaba asfixiando la economía europea a finales del siglo XV, pues ya está, había que empezar la colonización cuanto antes. No había tiempo que perder.
De todas maneras, aquí puede estar surgiendo una pregunta, muy legítima. Y es que, listo, tu sales, haces una exploración, te encuentras con unas tierras pobladas, supuestamente, llenas de oro y cómo es que terminas siendo “dueño” de ellas. ¿Cuál era la justificación que había detrás de todo esto?
Nuevamente, estamos en el siglo XV, la máxima autoridad, en aspectos sociales, políticos, económicos, en todo, es la Iglesia Católica. No le vamos a dar muchas vueltas a esto. La Santa Sede era la encargada de dar todo el fundamento y la legitimación sobre estas tierras. Y si esto les parece una ridiculez, en la actualidad hay instituciones que cumplen esta misma función.
Por ejemplo, en pleno siglo 20, tenemos el mandato de la Sociedad de las Naciones que entregaba a las potencias aliadas territorios en Siria, Líbano y Palestina. Bueno, es un poco lo mismo, solo que hoy la iglesia tiene otro nombre.
Entonces, partiendo de este antecedente, la Iglesia va a expedir las famosas Bulas Alejandrinas, que son cuatro documentos que otorgaban a la Corona española todos los derechos para la conquista de estas tierras. Estas fueron las bases legales PERO – y es aquí donde estamos tratando de llegar – así como la Corona tenía un “derecho” sobre estas tierras, pues también tenía un “deber”. ¿No? Había una contraprestación. La Corona estaba en la obligación de expandir los dominios de la fe y evangelizar a los pobladores nativos.
Estos van a ser los dos pilares en los que se van a fundamentar los siguientes viajes de Colón, por un lado tenemos una empresa económica y, por otro tenemos, un trabajo de evangelización.
Con todo esto establecido, Colón sale nuevamente de la península. Si antes había estado acompañado de 3 carabelas, ahora tenía 17. Este, ya no era un simple viaje de expedición, sino el inicio de la conquista y colonización de las nuevas tierras descubiertas.
Bernardo Boyl, la cruz de Cristobal Colón y el descubrimiento de América
Hasta aquí le estaba saliendo todo muy bien a Colón. Ya que todos los problemas lo habían estado esperando en la Española. Después de explorar algunas islas en el archipiélago de las Antillas Menores regresa a la Fortaleza de Navidad, solo para percatarse de que el poblado había sido destruído y sus defensores estaban todos muertos. Parece que esta primera toma de contacto no había sido muy fructífera y los pobladores nativos no estaban muy contentos con sus nuevos inquilinos.
Este ataque al poblado estaba muy por fuera del guión que tenía Colón. En sus diarios describe a los pobladores de estas islas como un pueblo “pobre de todo”, que andaban desnudos y que era “gente muy mansa, temerosa, sin armas y sin ley”. A pesar de estas impresiones, la realidad es que no pasó mucho tiempo para que estos “buenos salvajes” empezaran a tener una posición más beligerante contra los españoles. La destrucción de la fortaleza era la prueba de que estas islas no estaban del todo pobladas por los pueblos sumisos que tanto describía Colón.
Por esta situación, toma entonces la decisión de construir una nueva fortaleza en un lugar de la isla un poco más apropiado. La Isabela va ser la ciudad desde la que se va a poner en marcha todo este proyecto, con Colón como gobernante.
Aunque en la mayoría de pinturas se representa a religiosos llegando con Colón al Nuevo Mundo, lo cierto es que en el primer viaje no había ningún representante de la Iglesia. Fue para este segundo viaje que Isabel encomienda la evangelización de los pobladores a nuestro segundo personaje, Bernardo Boyl.
Boyl fue un sacerdote ermitaño que actuó como vicario apostólico y se encargó de expandir la fe católica en la Isabela. De hecho fue Boyl quien ofició la primera misa en el Nuevo Mundo.
En el monumento está representado de pie, vestido con sotana y con la tonsura capilar de los monjes. Junto a él se arrodilla un indio americano, que le besa la mano. Este personaje representa el papel que va a tener la evangelización en el proceso de colonización. Dentro de la mentalidad europea de la época los valores católicos eran universales y moralmente superiores, por lo que su expansión era prácticamente un deber.
De todas maneras sabemos que existieron muchas dificultades en todo este proceso. En los textos que recogen el proceso de evangelización, se pone en manifiesto las dificultades que habían principalmente por el desconocimiento de la lengua, además de que no terminan de entender cómo era el universo religioso de los nativos. Las continuas manifestaciones de asombro y desconcierto son una prueba más del fracaso en esta primera aproximación a los indígenas.
Pedro Margarit, la espada de Cristobal Colón y el descubrimiento de América
A esto le tenemos que sumar, que Colón, no estaba muy interesado en la evangelización de estas comunidades. Es que ni siquiera le interesaba gobernar la Isabela. En este nuevo asentamiento va a dejar encargado a nuestro tercer personaje Pedro Margarit.
De origen aragonés y viejo amigo del Rey Fernando, Margarit participó en la Guerra de Granada y, como tantos otros, decidió continuar la “lucha” en territorio americano. En el monumento está vestido con uniforme de capitán, y junto a él, hay un indígena americano que se arrodilla en señal de sumisión.
Colón tenía plena confianza en Margarit, por eso lo deja encargado de todo el proceso de posesión y colonización en la Isabela. Desde esta nueva fortaleza se debía, en teoría, organizar a los colonos, reclutar a los indios, hacer un rastreo en los ríos, en fin, coordinar todas las tareas de extracción del oro. Por lo tanto este personaje representa más la parte militar, pero también la organización, de todo este asunto.
Pero entonces, si tenemos a Boyl encargado de la evangelización y a Margarit del control de La Isabela. Colón que hacía entonces? Pues él seguía tras la pista del oro de Cipango. Después de dar todas las indicaciones abandona la Española y continúa su expedición por el Caribe. En este viaje descubre Jamaica y rodea la costa sur de Cuba. Esta pequeña exploración termina de convencer al almirante de que se encontraba ya en tierra firme, o sea, en el continente, y que había alcanzado el extremo asiático. Esta afirmación la llega incluso a jurar frente a un notario.
Es por este motivo que Colón regresa nuevamente a España, ya que tenía que confirmar su nuevo descubrimiento. Pero, ahora los problemas lo estaban esperando en la península. Resulta que en su ausencia las noticias de su descubrimiento habían llegado a toda Europa.
Sobre todo a Portugal, que toda esta cuestión de las islas que habían aparecido de la nada le parecía muy sospechoso, además, pensaban que las Bulas Alejandrinas estaban satisfaciendo únicamente los intereses españoles. Para resumir la historia, empieza un litigio y al final va a ser necesario un nuevo tratado.
Jaume Ferrer de Blanes, la ciencia detrás de Cristobal Colón y el descubrimiento de América
Es en este momento cuando va a intervenir nuestro cuarto y último personaje, Jaume Ferrer de Blanes. Jaume era un navegante y cosmógrafo de Gerona, por lo que sus conocimientos fueron utilizados para la concepción del famoso Tratado de Tordesillas. Este acuerdo fue básicamente una repartición del mundo por conocer, en el que se acordaba una línea divisoria que marcaba el área de influencia de cada reino. Dicho de otra manera, definía cómo se iban a repartir las zonas de navegación y conquista entre la corona Española y la Portuguesa.
En el monumento, Jaume aparece de pie vestido con los ropajes de la época, con unos pergaminos en la mano izquierda, mientras que con la derecha señala un globo terráqueo con un paje a su lado. Este personaje representa el lado más “científico”, si cabe, dentro del descubrimiento, a partir de aquí se inaugura una era en la que ciertas nociones, que se habían estado aceptando como verdades absolutas, tendría que ser replanteadas. Estamos en medio de la transición de la Edad Media y la Era Moderna.
El Tratado de Tordesillas fue firmado en 1494 y permitió que Colón pudiera realizar su tercer viaje a las Nuevas Tierras. Este será, por cierto, el último viaje de Colón como Almirante y Gobernante.
En el paraíso Terrenal
En este viaje Colón llega por primera vez al continente Americano. Este nuevo recorrido lo va a realizar principalmente en la parte de Sudamérica, haciendo una exploración por la parte del norte de Venezuela. El nuevo problema que tiene Colón es que no logra ubicar estas tierras, ya continentales, en ninguna geografía conocida. Para que se hagan una idea, Colón estaba tan perdido en su mundo mental, que llega a pensar que había llegado al Paraíso mismo. O sea, Colón se estaba encontrando con todo, con todo, menos con el oro que tanto anhelaba. Por más estrategias retóricas que pudiera estar usando Colón había una realidad empírica, que, es la que va a terminar con su proyecto.
No se sabe con seguridad en qué momento, en medio de todo este lío, hay un cambio en la estrategia de Colón. El almirante parece cada vez más convencido de que la única riqueza que va a encontrar en estas tierras, ya no es el oro, sino los mismos indios. A partir de aquí van a ser cada vez más comunes las incursiones y guerras contra diferentes poblados, algunos aliados, permitiendo que Colón se hiciera con un número considerable de indígenas. Estas personas fueron embarcadas rumbo a la península para ser vendidas como esclavos.
A partir de aquí, la manera en que se representaba a los pobladores de las islas va a estar enmarcada siempre en una especie de dicotomía: unas veces se mostraba una imagen de un indio bueno, víctima de su propia ignorancia, pero entusiasmado por conocer la cultura y colaborar con los españoles. Por otro estaba la imagen del indio bárbaro, que tenía una vida sumergida en el caos, la idolatría y algunas prácticas bestiales, que podían llegar incluso al canibalismo. Coincidencialmente, estos últimos eran también los que le hacían la guerra a los españoles.
Después de sus expediciones por Venezuela, Colón regresa, ya resignado, a la Isabela. Pero se encuentra con que, tanto Margarit como Boyl, no estaban muy contentos con esto de la esclavitud de los indios. De hecho, Isabel también se entera del asunto y se pone furiosa. Intenta devolver a sus poblados a los indígenas que puede, aunque muchos de ellos no van a sobrevivir a tanto viaje.
En fin, ya para septiembre de 1494, o sea, 5 meses después de la construcción del fuerte, Margarit y Boyl aprovechan unas embarcaciones que habían llegado de España y huyen de la fortaleza. Una vez en la Corte, acusan abiertamente a Cristóbal Colón por la esclavitud a la que habían sometido a los pobladores. Y denuncian que en las Nuevas Tierras no había oro ni provecho alguno.
Esto claro, genera tal revuelo en la Corte que la Corona envía a Francisco de Bobadilla, oficial de la Casa Real, a investigar la situación en La Española. Para su sorpresa se encuentra con una ciudad totalmente amotinada. Colón había abandonado todas sus responsabilidades como gobernante. Había descuidado las cosechas, generado muchísima escasez de productos básicos y había permitido tratos despóticos contra los colonos. También es verdad que algunos de ellos se habían dedicado a saquear las propiedades de los indios y a abusar de las mujeres. El caso es que la situación estaba totalmente fuera de control.
Bajo la autoridad del rey, Bobadilla detiene a Colón y lo devuelve a España encadenado. De hecho, en su testamento Colón pide que cuando muera sea enterrado con esas mismas cadenas. Finalmente, al Almirante se le imputan toda clase de fraudes y actos autoritarios en las Nuevas Tierras, por lo que termina perdiendo todos los cargos y distinciones que había obtenido en las Capitulaciones de Santa Fe.
Colón alcanza a hacer un último viaje a América en 1502, pero ya a cuenta propia, sin ningún vínculo con la Corona, es más, no le dejan ni siquiera poner un pié en La Española. A pesar de que hace un par de descubrimientos importantes, la verdad es que sus últimos años de vida los pasó sin pena ni gloria. Colón muere en Valladolid el 1506 en medio de cierto anonimato. La prueba más grande del olvido en que estaba su figura es que el nombre del continente se lo termina arrebatando otro italiano, Américo Vespucio.
Una mirada moderna a la figura de Cristobal Colón y el descubrimiento de América
Sabemos que durante muchos siglos la figura de Colón estuvo bastante ignorada. De hecho estas miradas tan retrospectivas del pasado, estas conmemoraciones, son actos recientes. Incluso la celebración del 12 de octubre, es algo relativamente moderno. Pero, fue a partir de que se empezó a conmemorar esta fecha, que surge también, un renovado interés por la figura del navegante genovés.
La figura de Colón va a renacer del olvido casi a finales del siglo XIX, y lo hace en medio de una batalla de intereses políticos. En esta época el Imperio Español se encontraba ya agonizando, estaba perdiendo sus últimas colonias, mientras que Estados Unidos se estaba consolidando como la nueva gran potencia mundial.
En 1892 se celebra el IV Centenario del Descubrimiento de América, oportunidad perfecta para desplegar una narrativa épica en torno al Descubrimiento, en el que España había sido el actor principal de la gesta más grande de la humanidad. Pero, en este mismo marco, se celebra también la famosa Exposición Colombina en Chicago.
Esta celebración fue ya lo contrario, se le quitó todo el “mérito” a España y centró su atención principalmente en la personalidad de Colón. A EEUU le convenía engrandecer su figura, mostrando que todo esto había sido trabajo de un hombre particular, un “italiano” además, y que España en esto no había tenido nada que ver. De hecho en Estados Unidos se celebra el Columbus Day, mira tu en el lío que se metieron.
Entonces, en el siglo XIX estaba todo bien con Colón. Esto de las críticas va a empezar a finales del siglo XX, a propósito del V Centenario del Descubrimiento. Es curioso, porque en solo 100 años se pasa de celebraciones y homenajes, a ataques directos contra su figura.
Colón se había convertido en la persona responsable de toda clase de atrocidades. Sus actos habían puesto en marcha el mayor genocidio de la historia, por lo que no había ninguno motivo de conmemoración. Pero bueno, a partir de aquí la figura de Colón se utiliza para una cosa o para la otra. Depende del contexto.
El monumento a Cristobal Colón y el descubrimiento de América de Barcelona fue inaugurado el 1 de junio de 1888, en un acto presidido por la reina regente María Cristina, además de muchas autoridades municipales y representantes de diferentes países. En este momento Colón, ya saben era motivo de orgullo y Barcelona quería vincularse de alguna manera a su figura, por lo que la inauguración se hizo por todo lo alto. El monumento se convirtió enseguida en uno de los iconos más característicos de la ciudad.
Ya para finalizar nos queda responder solo una pregunta. ¿Es entonces Cristóbal Colón una de las personalidades más importantes de la historia, digno de todos los homenajes que le han dedicado, o es, en cambio, un genocida, asesino, y sus estatuas deberían ser destruidas?
Existen ciertos sucesos y personajes, en la historia de la humanidad, que a medida que pasa el tiempo, en vez de aclararse, parece que están cada vez más turbios. La figura de Colón ilustra muy bien las difusas fronteras que existen entre el mito y la historia.
Personalmente, creemos que como navegante, como explorador, como aventurero, Colón fue un personaje excepcional. Este señor, teniendo todo en su contra, logró desafiar el conocimiento y las certezas que existían en su época. Logró atravesar un océano inexplorado y estableció el primer puente entre dos continentes. Nos guste o no, Colón, extendió todas las fronteras del mundo conocido.
De pronto, el problema estuvo en haberle dado tanto poder. Está claro que no supo ni gobernar ni administrar, nada. Y si a esto le sumas que, efectivamente, fue responsable de la esclavitud de las poblaciones originarias, pues, te vas quedando sin argumentos para defenderlo. Al final su gesta degeneró en una terrible catástrofe para los pueblos con los que estuvo en contacto.
Lo que pasa es que estamos juzgando a una persona que murió hace más de 500 años. Si no fuera por todas las estatuas que han quedado repartidas por el mundo probablemente no estaríamos ni teniendo esta discusión. La respuesta es que no hay respuesta. En entrespacios queríamos hablar un poco sobre la historia de Cristobal Colón y el descubrimiento de América, y tratar de poner un poco de claridad sobre esta personalidad y su monumento. Pero en los comentarios nos pueden dejar su opinión.