Cómo es la vida en Barcelona en tiempos de COVID

Hoy nos encontramos en la Ramblas de Barcelona, una de las calles con más historia, más tradicionales y más importantes de la ciudad. Pero en esta ocasión vamos a hacer un blog un poco diferente, no vamos a hablar mucho de historia, sino que vamos a abordar un tema más …

Barcelona en tiempos de covid

Hoy nos encontramos en la Ramblas de Barcelona, una de las calles con más historia, más tradicionales y más importantes de la ciudad. Pero en esta ocasión vamos a hacer un blog un poco diferente, no vamos a hablar mucho de historia, sino que vamos a abordar un tema más actual. En esta oportunidad queremos hablar sobre uno de los sucesos más importantes – no solo de la ciudad – sino de la realidad mundial – que es la pandemia que estamos afrontando actualmente y cómo es Barcelona en tiempos de Covid.

Queremos hablar de las consecuencias que trajo el covid, en cuanto al turismo – en qué estado estaba antes la ciudad – cómo se vivió todo durante los confinamientos – y luego vamos hablar un poco del momento en que nos encontramos ahora – para esto además les pedimos que hicieran algunas preguntas que vamos a tratar de resolver hoy. 

Los turistas o también conocidos como “Los Guiris”

La Rambla es una zona de las más bonitas, un paseo obligado además por cualquier turista de Barcelona. De hecho es una de las zonas más buscadas por los turistas, porque esta calle atraviesa toda la zona antigua de la ciudad. Cuando llegas por primera vez a Barcelona, es uno de los primeros “paseos” que haces – empezando en Plaza Cataluña hasta que llegas a la zona del puerto. 

Decía Lorca: “La calle más alegre del mundo, la calle donde viven juntas a la vez las cuatro estaciones del año, la única calle de la tierra que yo desearía que no se acabara nunca

A pesar de que a Lorca le gusta mucho esta calle, la verdad es que las personas de Barcelona estaban un poco hartas de las ramblas. Era una calle que siempre estaba llena de gente, en verano sobre todo, era imposible caminar por aquí. De hecho la gente local usa diferentes estrategias para nunca tener que pasar por la rambla, o si la tienes que usar, solamente la cruzas y lo más rápido posible. 

Incluso, nunca nadie local se ha tomado una cerveza en las terrazas de la rambla, ya ni les hablo de la comida, de la “paella”, que se vende aquí, no, la rambla es prácticamente un territorio “guiri”. Que es la palabra que se usa de manera despectiva para referirse a los turistas.

Así como los esquimales tienen diferentes nombres para el color blanco, acá se tiene una palabra específica para este típico turista, que va con una guía de viaje, una cámara colgada, sandalias con medias blancas y un bronceado tipo rojo doloroso. Aquí no se le tiene mucho cariño a este típico turista. 

Y esto, seguramente sorprende a muchas personas, que de pronto no viven en ciudades cuyo turismo está totalmente masificado y fuera de control, pero es que Barcelona a nivel Europeo está siempre en el ranking de las ciudades más visitadas.

De hecho, para que nos hagamos una idea – yo soy de Cali, una ciudad colombiana que al año recibe unos 200.000 visitantes extranjeros – pues según un estudio específico que se hizo sobre este tema – solamente por la rambla llegan a transitar – diariamente – 200.000 personas. Que bueno, en esta cifra entran muchas personas de la ciudad que están yendo a su trabajo, pero, la amplia mayoría de personas que pasean por esta calle son turistas. 6 de cada 10.

Esto de la aglomeración de turistas no es un fenómeno exclusivo de las ramblas, de hecho Barcelona antes de la pandemia estaba recibiendo al año casi 12 millones de turistas. Es que al final las ramblas siempre han sido algo así como el termómetro de lo que se está viviendo en la ciudad, aquí terminan reflejadas todas las problemáticas y aciertos de la ciudad. Este rechazo de las personas locales, que estaban sintiendo hacia las ramblas, no es otra cosa más, que un síntoma de un sentimiento mucho más generalizado en el resto de la ciudad. 

La turismofobia

Generalmente lo más común es que las ciudades anhelen el turismo, de hecho, este sería un tema interesante para un video, de como Barcelona a partir las Exposiciones Universales, pero, sobre todo, después de las Olimpiadas del 1992, venía haciendo un esfuerzo muy grande por atraer el turismo.

Es que claro, para la economía local es ideal tener este flujo de turistas cada año, todos consumiendo y comprando cosas – hay una frase que acuñaron los comerciantes italianos que dice Barcelona es bona si la bossa sona, o sea, que Barcelona es buena cuando la bolsa, de compra, suena, cuando la gente está comprando cosas en la ciudad. Pero aquí, en Barcelona, el problema estaba siendo  que ya estaban viniendo muchos turistas. 

La situación estaba un poco desbordada, de hecho, la presencia masiva de turistas en la ciudad ya estaba rompiendo con este pequeño equilibrio que debe existir entre las personas que vienen a la ciudad y los que habitan en ella. 

Por ejemplo, había muchas quejas sobre los precios del alquiler – incluso simplemente alquilar una habitación o un piso era una tarea titánica – También se estaba volviendo cada vez más difícil encontrar comercios o restaurantes más tradicionales, en algunas calles era imposible caminar y en unos barrios era imposible dormir. 

Incluso, en algunos casos las quejas estaban dirigidas directamente a la falta de educación de algunos turistas… y cuando digo falta de educación me refiero a que ALGUNOS turistas eran un desastre total – se la pasaban borrachos, gritando, orinando, haciendo fiestas… En la Barceloneta, que es el barrio que está al lado de la playa, incluso se dieron varios casos de personas que simplemente andaban desnudas por las calles. Y es que cualquier persona de Barcelona sabe en lo que se convertía la ciudad, sobre todo en la época de verano. 

Y bueno, la respuesta de los residentes o colectivos de vecinos no se hizo esperar. Se recriminaba fuertemente la falta de planificación de las autoridades competentes, se organizaron protestas, manifestaciones, se empezaron a ver pintadas en la ciudad dirigidas a los turistas. De hecho, la tensión fue escalando hasta el punto en que se dieron ya ataques algunos hoteles de la ciudad, incluso se atacó un bus turístico. Todo esto se convirtió en un fenómeno que se vino a denominar como la “turismofobia”. 

Y bueno, este era un poco el panorama que teníamos en la ciudad hasta el 2019, muchas personas estaban pidiendo soluciones, alternativas, pero la verdad es que es un problema realmente difícil de solucionar, ya que no se puede simplemente prohibir a que la gente venga a Barcelona, más si tenemos en cuenta que todo esté turismo del que vengo hablando representaba entre el 12 – 14% del PIB de la ciudad y daba trabajo a entre 86.000 y 143.000 personas. Era un tema realmente complicado, además que no se veían muchas soluciones plausibles. 

Igual, lo que nadie esperaba al final es que el problema de los turistas se iba a terminar “solucionando” casi de un día para otro y que la solución venía en forma de pandemia mundial. 

Barcelona en tiempos de COVID

Bueno, primero voy a contar un poco cómo se vivió esto de la pandemia, que al final supongo que fue muy similar a otras ciudad, creo que nadie se lo estaba tomando en serio, y no se sabía además si tomar ciertas medidas era exagerado o por otro lado, si estabas siendo un poco irresponsable. 

Yo el primer recuerdo que tengo, muy al principio, que se escuchaba apenas lo de China, se empezó a ver, por ejemplo, en Paseo de Gracia los trabajadores de las tiendas de alta costura, que al final en este tipo de tiendas entran muchas personas asiáticas, era muy común ver filas de personas, literal, para entrar a la tienda de Gucci, de Dolce and Gabbana, por lo que la gente que trabajaba ahí empezó a usar las mascarillas, ellos habrán sido los primeros. Y yo recuerdo haber pensado cómo que exagerados. Incluso, ya con Italia totalmente desbordada y cerrada, aquí las cosas todavía no se estaban tomando muy enserio. 

Pero, como la realidad siempre supera a la ficción, el 15 de marzo ya la ciudad, al igual que el resto de España, estaba totalmente en cuarentena, que por cierto, fue durante esta cuarentena que empezamos con nuestro canal de Youtube. Pero bueno, la cuarentena duró tres largos meses, porque ya a finales de junio se inició una SUPUESTA vuelta a la normalidad. Pero nada más alejado de la realidad, porque con toda esta cuestión de los rebrotes, la situación ha sido cualquier cosa menos normal.

En el momento en que grabamos el video, que ya ha pasado más de una año en que empezó todo, estámos con un confinamiento comarcal, esto quiere decir que una persona de Barcelona por ejemplo no se puede movilizar a Tarragona, ya ni hablar de una persona que venga de Madrid, luego tenemos el toque de queda a las 10:00 de la noche y el sector de la restauración, o sea, bares y restaurante están funcionando de 7:30 a 17:00 horas. Esto, ojo, en Barcelona porque en otras comunidades autónomas es diferente.

Y esto ha tenido una repercusión en el turismo a un nivel nunca antes visto, si en el 2019 se rompió un récord con los 12 millones de personas que habían venido a la ciudad, en el 2020 se volvió a romper un récord, pero de las menos visitas, se calcula que fueron únicamente alrededor de 2 millones. 

Por esto, la mayoría de los hoteles están cerrados, muchos restaurantes, bares, discotecas, están al borde de la quiebra, también buena parte de los iconos turísticos todavía no permiten la entrada de visitantes. Aunque yo creo que uno de los elementos que más impacta, como si lo otro no fuera ya suficiente, es ver algunas calles del centro vacías, no ver filas al frente de la Casa Batlló, de la Sagrada Familia, poder volver a caminar por la rambla.

Barcelona yo creo que va a sobrevivir a esto, en su larga historia ha pasado incluso por capítulos mucho peores. También debo reconocer que, dentro de lo malo, después de la pandemia se ha dado una pequeña oportunidad para que las personas de Barcelona se reconcilien con su ciudad. Muchos barceloneses visitan puntos de interés turístico por primera vez de una forma más tranquila y sin aglomeraciones. Que esto la verdad es muy bonito, aunque claro, para las personas que trabajamos en turismo todo ha sido muy preocupante. 

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