Bueno, la última vez que hablamos de la historia de Barcelona hicimos un post sobre la etapa Romana. En esta ocasión vamos a hablar de dos momentos un poco desconocidos de la ciudad – siempre que se habla de la Barcelona romana, gótica y moderna – pero tenemos un par de etapas desconocidas de la ciudad. Entonces, en este post vamos a hablar desde la Sede Regia Visigoda a la Barcelona musulmana.
Los visigodos como parte de la historia de Barcelona
En el post anterior nos quedamos en que Barcino era el nombre con el que se conocía la pequeña, pero muy próspera, colonia que existió en Barcelona durante la Antigua Roma.
Habíamos establecido que la fundación fue un poco tardía, durante un periodo de paz y esplendor en el Imperio, pero bueno, el imperio no podía ser infinito, al final todo lo que sube tiene que caer. Es por esto que a partir de la decadencia y caída del imperio romano de occidente, la península ibérica fue invadida por unos pueblos extranjeros que hace rato estaba rondando el imperio, ahora se había establecido y logrado parte del control de la península ibérica: los Visigodos. Entonces, lo vamos a retomar justo aquí y vamos a llegar hasta el dominio musulmán de la ciudad.
Entonces, la presencia visigoda dentro de la historia de Barcelona la teníamos desde antes de la caída del imperio, cuando en el año 415 Atahúlfo – casado con su rehén Gala Placidia, la hermana del emperador Honorio, se establece en Barcelona. En esta época, la ciudad se estaba convirtiendo en el escenario de lucha de reyes y usurpadores, hasta que Ataúlfo es asesinado y Gala devuelta a Roma. Ya más adelante vamos a ver que los gobiernos Visigodos no eran los más duraderos.
Para que no nos perdamos en la línea de tiempo que traíamos, es en el siglo V cuando tenemos la caída del imperio Romano de occidente. En este momento, el reino visigodo se extendía desde el sur de la Galia hasta una parte de Hispania, lo que pasa es que los visigodos van a entrar en disputa contra los francos, que era otro pueblo de origen germánico se había asentado en el este y el norte – más o menos – de lo que hoy sería Francia. En esta época había una lucha interminable por el control de ciertos territorios, por lo que, después de perder la Batalla de Vouillé, los visigodos se ven obligados a establecerse únicamente en Hispania.
Una vez salen de Galia los visigodos se van a establecer en Barcelona, la cual durante un periodo de tiempo para a llamarse Barcinona y se convierte en la capital del reino, teniendo en cuenta que la ciudad estaba cerca de la Galia, además de que desde las primeras incursiones de los bárbaros en el siglo III la ciudad se había reforzado con unas murallas más contundentes. Digamos que para los visigodos, Barcelona estaba bien fortificada y era más pequeña y sostenible que la antigua capital, Tarraco. Es por este motivo que Barcelona se convirtió en el centro del poder visigodo hasta finales del siglo VI, en 567, cuando finalmente la capital va a ser finalmente trasladada a Toledo.
A pesar de la importancia que empezaba a tomar la ciudad dentro de la historia de Barcelona, justamente en esta etapa visigoda, en términos generales, esta es una de las etapas más desconocidas de la ciudad.
Sabemos que los edificios públicos romanos empezaron a ser desmontados o destinados a otros usos, además, que estas casas lujosas de los romanos – las domus de las que hablamos en el primer video – fueron divididas para poder acoger a más familias en la ciudad.
Luego, en esta etapa jugó un papel muy importante la consolidación de la religión cristiana en la transformación de la ciudad, dentro de lo que se destaca, la formación de un nuevo centro de poder en el complejo episcopal al norte del recinto amurallado. Pero bueno, de esto queda únicamente algunos vestigios que se pueden visitar en el subsuelo arqueológico del Museo de Historia de Barcelona. Que es, por cierto, uno de los museos más curiosos de la ciudad. Que si no lo conocen – y no son claustrofóbicos – les recomendamos mucho visitar para profundizar en la historia de la ciudad.
Pero bueno, siendo sinceros lamentablemente no nos quedan edificios, más allá de ciertos puntos específicos de la ciudad que durante trabajos arqueológicos se han ido descubriendo.
Esta etapa es relativamente corta, son únicamente 3 siglos, además los visigodos ocuparon principalmente la élite dominante de la ciudad, por lo que al final eran una minoría frente al grueso de la población que era básicamente católica de origen hispanorromano. Puede ser por este motivo que al final los elementos propiamente visigodos se van a terminar diluyendo.
De todas maneras, leyendo un poco sobre la historia de Barcelona, encontramos un dato curioso y es que en la iglesia de Sant Pau del Camp se pueden observar los únicos vestigios visibles, como al aire libre, de esta etapa visigoda de la ciudad, y serían dos capiteles, que son como estos remates finales de las columnas, que en este caso se encuentran en la entrada de la iglesia.
Pero bueno, sería aquí interesante profundizar en algunas particularidades de esta época dentro de la historia de Barcelona, pero un detalle muy importante y que al final va a contribuir bastante en la siguiente etapa que va a conocer la ciudad.
Por que bueno, hasta el momento, después de la caída del imperio romano, los visigodos habían logrado establecerse en la península, configurando un reinado que, en gran medida, logró dar cierta continuidad a las estructuras romanas en la península. El problema es que los visigodos creían en la democracia.
Bueno, era un reinado, entonces tenían reyes, pero la sucesión del rey no era por línea sanguínea, sino que entre los nobles elegían quién iba a ser el heredero del trono. El problema de esto es que estamos en los primeros siglos de la Edad Media, a esta altura de la historia, se volvió muy común que ciertos reyes o aspirantes al trono “murieran” en condiciones muy sospechosas. Se dice que doce de los más de 30 reyes visigodos fueron asesinados o envenenados. «Morbus Gothorum»
Este pequeño detalle de la política visigoda va ser muy importante, porque va a ser justo en medio de una disputa sucesoria que a la península llega un pueblo que traería una nueva etapa a la ciudad de Barcelona, que incluida una nueva religión. El islam.
La invasión musulmana en la historia de Barcelona
Entonces, antes de entrar en la ciudad musulmana vamos a poner un poco de contexto sobre la historia de Barcelona.
El Islam apareció en Arabia el siglo VII: se trataba de una nueva religión monoteísta creada por el profeta Mahoma y recogida en el Corán. Pero Mahoma muere en el año 632, sus sucesores, que se denominan califas, fueron los encargados de dirigir la expansión de la religión y sus dominios. Durante el gobierno de los califas Omeyas de Damasco la expansión continúa por vía terrestre hasta que llega a la zona del Magreb, en el norte de África.
Estando ya bastante cerca, vamos a ver que los musulmanes empiezan a realizar algunas incursiones en las costas levantinas, pero, llegando al siglo 8 – sobre todo aprovechando esta lucha interna e interminable de los reyes visigodos por el poder, vamos a ver que Musa, gobernador y general del califato Omeya ordena a su lugarteniente, Táriq, que realice un desembarco en la península, de unas tropas árabes y bereberes, y que conquiste el reino visigodo.
Y hasta aquí todo bien – no era la primera incursión – El problema es que a medida que avanzaban las tropas de Táriq el peligro se hacía más evidente, por lo que el Rey Visigodo del momento, el famoso Don Rodrigo, toma la decisión de abandonar unas campañas en las que estaba al norte y frenar el avance musulman.
Pero es aquí cuando la cosa se va a poner muy interesante, porque, cuando empieza la batalla, parece ser que una facción del ejército visigodo, que no estaba muy contento Rodrigo – ya saben de las disputas de los visigodos – por lo que parece que en medio de la disputa una facción decide al bando de Táriq, consumando su traición y sentenciado el destino del Reino Visigodo.
Una vez perdida la batalla se da una especie de desintegración de todo el tejido militar y el poder visigodo, a partir de aquí las tropas de Táriq – aunque luego las de Musa también – van a empezar avanzar y dominar el territorio. Los musulmanes entre 711 y 726 logran penetrar e invadir prácticamente toda la península ibérica, incluida la zona de Cataluña. Desde Zaragoza, Musa ocupó Lleida, Balaguer y el valle del Segre.
El mismo año asediaron Tarragona, que resistió hasta el 716, momento en que buena parte de la ciudad huyó a refugiarse en los Pirineos. El 718 les tocó a Barcelona y Girona, sin que encontraran resistencia. Los ejércitos siguieron avanzando, cruzaron los Pirineos, llegando incluso hasta el territorio Franco, que ya en aquí es cuando los frenan, en la famosa batalla de Poitiers. Que sino quién sabe hasta dónde iban a llegar.
Entonces, es partir de este suceso tan determinante entramos entonces en la tercera etapa de la historia de Barcelona, momento a partir del cual la ciudad será conocida con el nombre de Barshilūnan.
Como nombramos hace poco Barcelona tenía unas buenas murallas, era una fortaleza muy difícil de penetrar, pero, aun así, parece que frente a la presión de todo lo que estaba pasando, Barcelona al final se va a terminar rindiendo, para no sufrir una sangrienta derrota, como ya había pasado en Tarragona. Por esto es que en el 714 Barcelona cae finalmente dentro del dominio musulman.
Las antiguas autoridades visigodas pactan la entrada a la ciudad, la cual se hace de manera pacífica, se apoderan del poder local aunque algunas autoridades locales parece que se van a mantener.
Se dice también que en este periodo se permitió la libertad religiosa y que la vida cotidiana no se vio muy modificada. Estaba la minoría de dirigentes árabes y bereberes, que tenían el poder y la mayor parte de las tierras; los mozárabes, cristianos autóctonos; los muladís, cristianos convertidos al Islam; y los judiós tambien. Eso sí, los que no eran musulmanes debían pagar un impuesto al nuevo gobierno, cuestión que provocó conversiones teniendo en cuenta que a la gente no le gusta pagar impuestos.
Posiblemente esta es la etapa que más llama la atención, no muchas personas conocen este pasado musulmán dentro de la historia de Barcelona. Pero será dentro de nuestro resumen la etapa más corta, primero porque es una etapa muy desconocida, o sea, si de los visigodos sabemos poco ya de los árabes, menos.
Por ejemplo, no tenemos ningún edificio identificado de esta época, algunas personas afirman que la catedral de la ciudad seguramente se debió convertir en una mezquita, pero todavía no se ha encontrado ninguna evidencia arqueológica que sustente este argumento. El resto de edificios si fueron reutilizados – mientras que el centro urbano de la ciudad se transformó en zoco que son estos típicos mercados árabes al aire libre, ya que con el nuevo gobierno la ciudad se abrió al comercio con el norte de áfrica y el mar mediterraneo.
Es que si ya podíamos decir que la etapa visigoda era corta, pues se pueden imaginar esta etapa lo va a ser mucho más, ya que va a terminar durando alrededor de 80 años, que hablando en términos históricos, es un abrir y cerrar de ojos. Y digo corta si comparamos con otras zonas de la península, Granada por ejemplo, donde los musulmanes se quedaron 8 siglos.
El año 755, debido a luchas por el poder en Arabia entre diferentes familias, se inició el emirato independiente de Córdoba, lo que hace que empiecen una serie de enfrentamientos entre los mismos árabes, partiendo el reino árabe en pequeños reinos independientes llamados “taifas”. La carencia de unión y las luchas internas hicieron que las taifas fueran perdiendo poder.
La ciudad estuvo en manos musulmanas hasta el año 801, cuando Barcelona entró en la órbita del Imperio Carolingio. Que bueno este será un nuevo capítulo en la historia de la ciudad que tendremos que abordar más adelante.