Casa Vicens, el inicio del genio de Gaudí.

La Casa Vicens es la primera gran obra de Gaudí y una joya del modernismo en Barcelona. Con su explosión de colores y detalles únicos, es una visita obligada.

Casa Vicens Gaudi barcelona

Barcelona es una ciudad con un turismo curioso: el de las casas. No se me ocurren muchas ciudades donde la gente vaya literalmente a ver viviendas. Lo normal es visitar museos, iglesias o palacios, pero aquí no. En Barcelona, ni el tiempo ni el bolsillo te alcanzan para ver ni la mitad de las casas modernistas que hay: Casa Batlló, Casa Milà, Casa Lleò Morera, Casa Amatller, Casa de los Punxes y, por supuesto, Casa Vicens.

Y esto nos lleva a una pregunta interesante: ¿Por qué en Barcelona pasa esto? ¿Por qué las casas modernistas se han convertido en símbolos de la ciudad, al punto de ser visitadas como si fueran monumentos históricos? En este artículo trataremos de explicarlo, explorando el contexto histórico, el impacto de la burguesía en la arquitectura y el sello único de Gaudí en la Casa Vicens.

Si quieres visitar la Casa Vicens, puedes comprar tus entradas en el siguiente enlace: [enlace aquí].

Gaudí antes de ser «GAUDÍ»

La Casa Vicens fue la primera casa diseñada por Antoni Gaudí entre 1883 y 1885, cuando tenía 30 años y estaba recién graduado. En ese momento, su currículum se limitaba a algunos proyectos urbanísticos, pero ya estaba recibiendo encargos de esta envergadura. ¿Normal, no?

La Casa Vicens puede parecer totalmente gaudiniana porque es colorida, llamativa y un poco rara, pero en realidad, en esta etapa Gaudí aún no era «GAUDÍ». Todavía utilizaba líneas rectas y un lenguaje arquitectónico más sencillo, sin las formas curvas ni las superficies regladas que luego definirían su estilo. Sin embargo, en el jardín, en una cascada que lamentablemente ya no existe, Gaudí incorporó uno de sus primeros arcos parabólicos, un adelanto de lo que vendría después.

En cuanto al estilo, la Casa Vicens se sitúa entre el modernismo y el orientalismo, con influencias árabes, nazaríes e incluso japonesas. Esta fase orientalista de Gaudí también se nota en otras de sus obras tempranas, como El Capricho en Comillas o algunos trabajos para Eusebi Güell. Lo que hace especial a la Casa Vicens es que, aunque es una de sus primeras obras, ya muestra la fascinación de Gaudí por la naturaleza y el uso de materiales innovadores.

Detalles que hacen única a la Casa Vicens

Hay un par de cosas que hacen especial esta casa:

  • Las cerámicas de flores amarillas. Gaudí vio que el terreno estaba lleno de estas flores y decidió incorporarlas en los azulejos de la fachada.
  • Las rejas de hierro con forma de palmera. No podía faltar la naturaleza convertida en arquitectura.
  • El fumadero. Un rincón reservado solo para caballeros donde Manuel Vicens y sus amigos hablaban de negocios y política. El WhatsApp de la época.
  • El jardín desaparecido. Antes, la casa estaba rodeada de un gran espacio verde con una cascada y hasta una capilla dedicada a Santa Rita. Hoy, ese jardín ya no existe, pero su historia sigue presente en el diseño de la casa.
  • La distribución de las habitaciones. Cada espacio estaba meticulosamente diseñado con una función específica, con habitaciones decoradas de acuerdo con la personalidad de sus ocupantes.
  • Detalles estructurales innovadores. Gaudí experimentó con técnicas arquitectónicas que más tarde perfeccionaría en sus obras más famosas.
  • Influencia de la luz y la ventilación. La orientación de la casa y la disposición de sus ventanas garantizan la frescura en verano y una iluminación natural perfecta.

Una casa como símbolo de estatus

Y aquí es donde encontramos la respuesta a la pregunta que nos hicimos al principio: ¿Por qué en Barcelona las casas modernistas se han convertido en emblemas de la ciudad? La respuesta está en la historia de su burguesía. En la Barcelona de finales del siglo XIX, la burguesía estaba en pleno auge gracias a la Revolución Industrial. Pero tenían un problema: eran ricos, pero nadie los conocía. A diferencia de la nobleza, que tenía apellidos ilustres y linajes larguísimos, estos nuevos ricos necesitaban una manera de demostrar su estatus. Y qué mejor manera que construyendo casas impresionantes y encargando obras a los mejores arquitectos de la época. Así nacieron muchas de las casas modernistas que hoy visitamos como si fueran museos.

Lo interesante es que estas casas no eran solo un capricho, sino una forma de consolidar su nueva posición social. Por eso, cada detalle de la Casa Vicens refleja la intención de mostrar poder y sofisticación. Desde los materiales costosos hasta la disposición de los espacios, todo estaba diseñado para impresionar y marcar la diferencia.

Por qué tienes que visitar la Casa Vicens

Si ya visitaste la Casa Batlló o la Casa Milà y te quedaste con ganas de descubrir más sobre Gaudí, la Casa Vicens es una excelente opción. Estas son algunas razones para visitarla:

  • Es la primera obra de Gaudí, donde se ven sus primeras experimentaciones arquitectónicas.
  • No está tan saturada de personas como otras casas modernistas.
  • Es un festín visual para amantes de la arquitectura, la historia y la fotografía.
  • Su restauración reciente permite verla casi tal como Gaudí la concibió.
  • Es una oportunidad única de conocer una faceta más joven y experimental de Gaudí antes de sus obras más icónicas.
  • Interiores meticulosamente restaurados que permiten apreciar cada detalle con su esplendor original.
  • Una joya menos explorada, lo que la convierte en una visita más tranquila y especial.

Un hogar con identidad

Gaudí veía las casas como algo más que un lugar donde vivir. En uno de sus pocos escritos, «La casa solariega» (1881), decía que un hogar es como «una pequeña nación de la familia», un lugar donde se construye la historia y la identidad. En la Casa Vicens, cada habitación está diseñada con un detalle obsesivo, reflejando su visión de que un hogar debía ser cómodo, bello y funcional.

Incluso hoy, recorrer la Casa Vicens es un ejercicio de imaginación: transportarse a una época en la que la vivienda no era solo una necesidad, sino un símbolo de estatus y expresión artística. Si quieres sentirte como un burgués del siglo XIX, pasear por una obra de arte arquitectónica y entender cómo Gaudí comenzó su legado, la Casa Vicens es una visita obligada.

También te puede interesar